Todo pasa y nada cambia. Mantengo la sensación de las eternas aspiraciones, esas que nunca se cumplen. Que avanzan los pasos y se alejan las metas. Corro y corro para reducir las distancias y solo consigo agotarme. Pulsaciones disparadas y una sombra que se aleja –la tuya–. ¿Volvemos a poner el contador a cero?
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